viernes, 12 de septiembre de 2014

Educar para la creatividad en la sociedad del conocimiento.




Enseñar en la sociedad del conocimiento: Educar para la creatividad

En la lectura nos hace mención de una paradoja profesional. El docente es el estandarte de la vanguardia educativa, el salvador de los males que aquejan a nuestra sociedad y que el esfuerzo del mismo logrará romper las brechas de los niveles sociales en cuanto a educación y economía.

Lo curioso resulta cuando los discursos políticos no concuerdan con las realidades del trabajo del profesorado o las expectativas que tiene la sociedad del docente y su tipo de colaboración.

¿Hacer mucho con poco?

El informe de la UNESCO sobre la Educación para Todos del año 2014, nos menciona como la matrícula docente aumentó en décadas antes de los '90 debido a la demanda de la sobrepoblación de los alumnos. Las políticas gubernamentales trataron de satisfacer estas necesidades contratando muchos docentes pero que a su vez, carecían de muchos conocimientos para llevar a cabo una enseñanza eficiente y de calidad.

En la década de los '90 se trató de compensar con cursos de actualización a los docentes y desarrollar sus estudios al mismo tiempo que ejercían su profesión.

Sin embargo, desde las escuelas generadoras de formadores educativos no se daban las suficientes herramientas para que se consolidara un docente competente.

Actualmente, desde mi punto de vista, los programas educativos han tratado de llevar la calidad de la enseñanza a un nivel más completo. El problema está en que solamente se ha quedado en discurso, porque no han sabido motivar a los docentes por medio de estímulos económicos o las oportunidades de mejora y actualiación. Por el contrario se ha desvalorizado hasta llegar al castigo si no logra cumplir con lo que se establece en un Plan y Programas de Estudios que, en nuestro país, no ha respondido de manera adecuada a las necesidades de los diversos sectores de la sociedad.

Francesco Tonucci (2008) nos hace una aportación muy interesante:

 "Creo que hoy el problema más enorme y urgente de la escuela es de la actualización y formación del docente. Nuestra sociedad prefiere tener docentes no preparados profesionalmente. 

Mientras continuamos nuestra lucha para que, a nivel social, sea reconocido el derecho del niño a tener un docente preparado y el del docente a conocer su propio oficio, podemos considerar la cooperación como respuesta más válida.

Cooperar significa intercambio, encuentro y lectura de las experiencias.

Sólo esas experiencias, documentadas y reflexionadas, son útiles para crecer conjuntamente."

Después de 5 años de la publicación de Andy Hargreaves "Enseñar en la sociedad del conocimiento: educar para la creatividad", Tonucci hace la aclaración de que aún no se está revalorizando el trabajo del docente para seguir trabajando y hace alusión a la cooperación entre docentes, usando diferentes instrumentos como los diarios de clase, grabaciones, etc., una propuesta creativa para nuestro trabajo que tiene que estimular la creatividad en el alumnado.

"Hay que tener en cuenta que no existe una estrategia salvadora, sino hay que crear y re-crear continuamente el escenario educativo" (Zaiter, Ridao y Robinson, 2004). No hay que esperar que lleguen las soluciones por parte de terceros, nosotros como profesorado tenemos que buscar las opciones que nos permitan avanzar de manera eficaz y eficiente hacia un mejor modelo de enseñanza y cunplir con los retos y objetivos del mundo actual.

La creatividad en la vida cotidiana


La creatividad ha estado, está y siempre estará presente como parte fundamental de nuestro espíritu, de nuestra humanidad. En conjunción con las aportaciones de Zaiter et. al. (2004) y Hargreaves (2003); el docente tendrá que motivar al alumno ante los retos que las nuevas sociedades le ofrecen de una manera creativa. Esto no implica inventar cosas nuevas, por que estaríamos hablando de personas innovadoras. Las personas creativas son aquellas que observan y escuchan a su alrededor, empleando estrategias cognitivas y procedimentales simples como analizar, comprender, reflexionar, establecer hipótesis y hacer uso también de sus experiencias previas para poder enfrentarse a las situaciones que se le presenten.

Finalmente es lo que plantea Tonucci a lo largo de su extensa bibliografia, el niño no está aislado del mundo y tiene que enfrentarse al mismo conservando su personalidad y desarrollando sus ideas, en lugar de tener niños modelados por un sistema educativo sin futuro.

*Eduardo Villegas Rodríguez

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