Hargreaves, Andy. (2003).
UNA PROFESIÓN PARADÓJICA
La
profesión docente se exige crear
habilidades y capacidades humanas que les permita desarrollarse en la sociedad
del conocimiento, la función de los profesores el crear
comunidades de aprendizajes y que desarrollen capacidades para la innovación,
flexibilidad y compromiso con el cambio. Además de contrarrestar los problemas
que conlleva esta sociedad del conocimiento.
A raíz de lo que provocó la revolución industrial, se propició la creación de
instituciones de espacio público, dentro de las que destacan la educación
estatal, bibliotecas públicas y parques municipales.
La sociedad del conocimiento presentó
dificultades para hacer de la enseñanza una verdadera profesión del
aprendizaje, ya que ha sometido al profesorado a ataques públicos, provocando que esta
profesión sea muy desvalorizada.
Actualmente los docentes se encuentran
en la siguiente situación:
·
· Ser los
contrapuntos de la sociedad del conocimiento y sus amenazas a la inclusión,
seguridad y vida pública.
· Ser víctimas de la
sociedad del conocimiento en un mundo en que las expectativas de educación se
encuentran con soluciones estandarizadas.
Antes de la sociedad del conocimiento
Desde que se expandió la educación
obligatoria, se han mantenido altas expectativas en la educación pública.
Expresándose esto de diferentes manera a través del tiempo en las naciones occidentales se
introdujeron las comparaciones de pruebas internacionales. Estos resultados
produjeron que muchos gobiernos reformaran sus sistemas educativos. Provocando
una mayor estandarización de la enseñanza y aprendizaje
Obtener beneficios de la sociedad del
conocimiento
En 1976, el sociólogo Daniel Bell
inventó la siguiente expresión: La sociedad del conocimiento. Su
libro se llama The coming of a Post- Industrial Society, quien
hacía referencia al cambio económico que se estaba produciendo.Esta es una sociedad en donde la mano
de obra se concentra en los servicios, las ideas y la comunicación. Esto
depende fuertemente de las personas e instituciones que producen conocimiento.
Hay mayor acceso a la educación pública, a la educación superior y educación de
adultos.
El conocimiento, la creatividad y la
inventiva son intrínsecos a lo que la gente hace. El conocimiento es la forma
clave del trabajo, ya no es solo un apoyo
En la sociedad del conocimiento, el
modo de producción está unido al modo de consumo. Las compañías competitivas se
basan en la construcción de culturas y sistemas de innovación continua, en que
la velocidad y la inteligencia, son más importantes que la producción.
Con ello, podríamos decir que la
sociedad del conocimiento tiene tres dimensiones. 1) comprende una esfera
educativa, técnica, y científica expandida. 2) implica modos complejos de
proceso y circulación de conocimiento e información en una economía basada en
los servicios. 3) acarrea cambios básicos en el funcionamiento de las empresas
y organizaciones para promover la innovación continua de productos y servicios,
mediante la creación de sistemas, equipos y culturas que lleven al máximo las
oportunidades para el aprendizaje mutuo y espontáneo.
Desarrollar la sociedad del
conocimiento
La sociedad del conocimiento, es una
sociedad del aprendizaje. Por ende las economías del conocimiento necesitan a
trabajadores del conocimiento.
Los trabajadores del conocimiento
darán a la sociedad del conocimiento emergente su carácter, su liderazgo y su
perfil.
La educación es la cualidad clave de
la mano de obra; los nuevos productores del capitalismo de la información son
aquellos generadores de conocimiento y procesadores de información cuya
contribución es valiosísima para la economía de la empresa, de la región y de
la nación.
Por ende, es fundamental invertir en
educación, ya que continúa siendo la base clave para la redistribución de
posibilidades.
Homer define la creatividad como: ideas
que pueden aplicarse para resolver problemas prácticos, técnicos, sociales…. La
creatividad incluye no sólo nuevas ideas ralaes (a menudo se le llama
innovación), si no también ideas que a pesar de no ser completamente nuevas
sean sin embargo útiles.
Hoy en día, según Homer, hay un
déficit en (la) rápidamente creciente necesidad de creatividad (y su)
suministro insuficiente. à Brecha de la creatividad.
(Necesitamos una mayor porción de creatividad social, pero la creatividad que
podemos crear es poquísima para cubrir la sobrecogedora demanda de ella).
Hoy en día, necesitamos urgentemente,
ideas más específicas y más convincentes sobre cómo transformar el aprendizaje
y la enseñanza dentro de la propia educación pública.
Enseñar para la sociedad del
conocimiento
Los
docentes actuales deben estar comprometidos e implicarse de forma continua en
proseguir, actualizar, controlar y revisar su propio aprendizaje profesional.
Así mismo, este aprendizaje profesional expuesto a los cambios rápidos de la
sociedad, no puede llevarse a cabo de forma individual. Estos necesitan de un
trabajo en conjuntos en grupos o comunidad de aprendizaje profesional,
brindando apoyo a sus propias habilidades de enseñanza y expandiendo sus
aprendizajes.
Un concepto relevante es la
inteligencia emocional. Esta nos permite dominar un conjunto de competencias
emocionales a disposición de mejorar las relaciones personal y los resultados
en el trabajo. Estas pueden ser: conocer y ser capaz de expresar emociones, ser
capaz de identificarse con las emociones de otros, entre otras. Esta
inteligencia emocional debe ser transmitida no solo a nivel de aula, sino que
también en la sala de profesores, ya que permitirá a los docentes motivar y
mejorar sus relaciones con sus pares y a su vez poder enseñarlo de manera
efectiva en el aula.
Finalmente se debe entender que el
enseñar para la sociedad del conocimiento tiene que ver con un aprendizaje
cognitivo, un repertorio que se adecua a estas realidades ambivalentes y se
expandan las prácticas de enseñanza basadas en la investigación, formación y
autoevaluación profesional continua. Esto llevará a que los docentes puedan
formar una base segura para luego enseñársela a sus estudiantes, enfatizando al
autonomía y acceso de la información de forma independiente, recalcando el
hecho de que los alumnos también son protagonistas de sus aprendizajes y que el
docente es un guía que posee las herramientas para poder llegar a esa meta en
conjunto no solo con sus alumnos, si no que con toda la comunidad escolar.
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